Deporte y reflexión, el otro lado de la pasión

14.12.06

ESTUDIANTES GANÓ DE CORAZÓN


Estudiantes de La Plata finalmente se coronó campeón del Apertura tras vencer por 2 a 1 a nada más y nada menos que Boca Juniors en la primera final de torneos cortos y la cuarta en toda la historia Argentina.
Para quienes vieron el partido, coincidirán que en el primer tiempo Boca fue claramente superior más allá de alguna llegada aislada de Mariano Pavone y supo jugar bien a la pelota. La Volpe acertó en poner a Guillermo Barros Schelotto y se notó la experiencia del volante, que intercambiaba con Rodrigo Palacio el puesto, yendo de izquierda a derecha constantemente. Martín Palermo no tuvo una buena actuación pero marcó el gol a los 4 minutos demostrando porqué siempre es importante.
En una confusa situación, el árbitro Pezzota expulsa a Ledesma y a Alvarez dejando a ambos equipos con 10. Pero la falta de Ledesma perjudicó mucho más a Boca, porque se había convertido en un asistente y recuperador esencial.
Estudiantes, por su parte, jugó mal en la primera etapa porque fue neutralizado totalmente por la defensa de Boca y además, se jugó mucho más en campo Pincha. La experiencia y la camiseta pareció superar al equipo del Cholo Simeone en los 45 minutos iniciales.
En el segundo tiempo todo cambió. Boca pareció enfriarse por momentos, como si hubiera sacado una gran diferencia. Entonces, Estudiantes aprovechó esos espacios y con la estupenda actuación de Sosa, los platenses comenzaron a arrinconar al equipo de la Rivera. Estudiantes marcó el primer gol de tiro libre a poco tiempo de que comience el complemento y de ahí en más fue todo desgaste físico de ambos equipos.
Palacio empezó a jugar muy lejos del medio campo, bien arriba, por lo que nunca recibía la pelota. Boca se perdió notablemente en la segunda parte y cuando solo faltaban 10 minutos para ir al alargue, el tanque Mariano Pavone anotó el segundo del Pincha, desatando la explosión del estadio. Inmediatamente, Boca jugó todo lo que tenía y casi llega a la igualdad por medio de Palacio, en una jugada similar a la que el delantero le había anotado en la quinta fecha a los platenses.
Los últimos momentos del partido fueron electrizantes, Boca que defendía sólo con 2 y Estudiantes que seguía atacando. Fue una verdadera final, en la que cualquiera pudo ser campeón. Sólo que Estudiantes nunca perdió la esperanza, la misma que ayudó al equipo a seguir en pie y revertir el resultado a un grande como lo es Boca. Cuando el cuerpo dice basta, el espíritu es lo que cuenta. Por esto se caracterizó el equipo del Cholo, ahí está el secreto de estos jugadores que nunca se sintieron vencidos ni aún vencidos.
Como dije antes, esta final iba a reinvidicar al Apertura y así fue. Hay que destacar que la hinchada de Boca aplaudió al justo campeón, dejando en claro que los grandes también saben perder.